5.3.10







Gracias por CADA momento...








te amo demasiado Sebastián Jorge Ezequiel

4.3.10



La penetraba con una fuerza y bruzquedad inimaginables, mientras la golpeaba fuertemente con los puños. Ella le suplicaba que se detubiera, mientras sentía el gusto salado de sus lagrimas, bajando lenta y constantemente por sus mejillas.

Él no la oyó, y siguió golpeandola, mientras reía en voz alta.

¿Cuanto tiempo más aguantaría los golpes?


Pensó que no mucho... En ese instante, sintió una debilidad y un malestar que jamás había sentido, y supo en ese instante que el fin de su vida había llegado.




Dominique Marquand.